Israel y Jordania

La Semana Santa de 2018 decidimos emplearla en conocer a fondo Israel y dar un bocado a Jordania. Estando tan cerca ambos países nos parecía que no podíamos perder la oportunidad de conocer una joya como Petra.

Decidimos coger, por primera vez en unos cuantos años, las mismas vacaciones que teníamos cuando éramos pequeños e íbamos al colegio, once días seguiditos, que aun así nos supieron a poco.

Aunque no somos especialmente religiosos, nos pareció un viaje que multiplicaba su significado e intensidad en unas fechas tan marcadas para la tradición católica como la Semana Santa. Además, nos asegurábamos unas temperaturas bastante agradables en dos países más bien desérticos, ya que, en verano, por lo que leímos, los termómetros marcan temperaturas más altas que hacen que la experiencia no se disfrute igual.

Cuestiones a tener en cuenta

Como comentábamos, en total, empleamos once días, de los cuales nueve los dedicamos a recorrer Israel a fondo y dos en conocer los principales atractivos turísticos de Jordania. En cuanto a si es tiempo suficiente o no para conocer ambos países, pues todo depende.

En nuestra ruta inicial, en un principio el mismo día que íbamos a visitar Acre (desde Nazaret y volver) también íbamos a ir a Safed, pero justo era sábado y siendo una ciudad donde el grueso de la población es judía ortodoxa, tras consultarlo con los anfitriones de la casa donde nos alojábamos, descartamos visitarla al considerar que no iba a merecer la pena ver la ciudad vacía. Así que cambiamos Safed por Haifa (en un principio la íbamos a ver el mismo día que Césarea y en el que también llegábamos a Tel Aviv) y creemos que fue un acierto la reorganización porque pudimos llegar antes a Tel Aviv. Aun así, en Tel Aviv estuvimos 24 horas escasas y, aunque en ese tiempo vimos la ciudad vieja, disfrutamos de la arquitectura Bauhaus y paseamos por el mercado y por sus playas, tuvimos que descartar la opción de visitar algún museo (y eso que había unos cuantos que me llamaban la atención) y tampoco nos sobró tiempo libre para tomar el sol o bañarnos en el mar.

En cuanto a Jordania, dos días por supuesto son insuficientes para conocer el país en profundidad, pero para una primera aproximación que incluya Petra, creemos que es una opción estupenda. Tened en cuenta que hay que sacar un visado para poder entrar en el país, pero para estancias de tres noches o más, es posible obtener los que se denomina “Jordan Pass” (www.jordanpass.jo), que por 70 dinares jordanos te exime de pagar visado y da acceso a 43 lugares de interés turístico entre los que se incluye Petra y Wadi Rum. En nuestro caso, como solo dormimos una noche en suelo jordano, tuvimos que pagar tanto el visado como la entrada a los distintos lugares de interés, por lo que nos salió significativamente más caro, sin embargo, al no disponer de más días no nos quedó otra opción.

Nuestra ruta

Y hechas estas apreciaciones, ahora sí, os dejamos la ruta que hicimos:

23 de marzo: Madrid – Jerusalén (vuelo Madrid – Tel Aviv, salida a las 9.05 y llegada a las 15.00 h). Noche en Jerusalén.
24 de marzo: Belén – Ein Karem – Jericó – Jerusalén. Noche en Jerusalén.
25 de marzo: Jerusalén (ciudad vieja). Noche en Jerusalén.
26 de marzo: Jerusalén – Jerash – Ammán – Petra. Noche en campamento beduino en Petra.
27 de marzo: Petra – Jerusalén. Noche en Jerusalén.
28 de marzo: Jerusalén (zona monte de los Olivos). Noche en Jerusalén.
29 de marzo: Masada – Mar Muerto – Ein Gedi – Jerusalén. Noche en Jerusalén.
30 de marzo: Jerusalén – Beit Shean – Nazaret. Noche en Nazaret.
31 de marzo: Haifa – Acre –Nazaret. Noche en Nazaret.
1 de abril: Nazaret – Cesárea – Tel Aviv. Noche en Tel Aviv.
2 de abril: Tel Aviv – Madrid (vuelo Tel Aviv – Madrid, salida a las 16.05 y llegada a las 20.15 h).

Desplazamientos

Para recorrer el norte de Israel, cogimos coche de alquiler desde el 30 de marzo hasta el 1 de abril. En general, se conduce sin problemas por Israel y las carreteras son seguras. El tráfico es un poco caótico a la hora de acceder a Nazaret. Os desaconsejamos totalmente llegar a la ciudad vieja de Tel Aviv en coche, intentamos hacerlo ya que nos quedaban todavía unas horas de coche y fue un gran error, nos metimos en medio de un atasco terrible, sin encontrar un solo sitio donde dejar el coche y perdiendo una gran cantidad de tiempo. Desesperados, decidimos volver a la parte moderna de Tel Aviv, devolver el coche y coger un autobús maravilloso que nos dejó en la ciudad vieja en un momento.